En la Vila de La Galera (Tarragona) la alfarería ubetense Góngora con seis generaciones de experiencia y sin duda unos de los grandes defensores de la tradición alfarera en el sentido amplio de la palabra, ha conquistado la feria de la villa tarraconense con un premio que reconoce esa labor y esfuerzo.
Artesanía pura y dura, mantenimiento del espíritu alfarero y transmisión a las generaciones venideras son algunos de los distintivos que esta gran y longeva alfarería ubetense, desde 1846, tiene a bien mostrarnos, con el mismo sabor y con los mismos espacios de obrador que antaño, incluyéndose en este lugar la posibilidad de conocer un auténtico secadero cubierto, para que la producción de cerámica no se viera entorpecida por las inclemencias meteorológicas.
La pieza en cuestión responde a ese sentir tradicional y a la maestría que permite elaborar una joya de estas dimensiones, pues la alcuza, pieza reservada para el cotidiano uso del aceite de oliva, es difícil de elaborar en estas dimensiones y que solo los más avezados maestros, como es el caso de los galardonados, pueden llevar a cabo. El uso del color verde seña de identidad de la más bizarra de nuestras artesanías no podía dejar de estar presente, con un completo vidriado que con estas características solamente descubrimos en este lugar como seña propia de identidad. A la gran dificultad de elaborar esta pieza tenemos que sumar la gran dificultad de cocción que tiene, pues cualquier fallo simboliza perder una pieza con mucho trabajo.
Damos las gracias por llevar el nombre de Úbeda a estos lugares, por ponerlo en un lugar privilegiado y felicitar por este esfuerzo que trae frutos tan dulces como este premio.
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