Muchas son las calles con encanto que Úbeda posee a día de hoy, y como siempre ha pasado, hay ciudadanos que se han esforzado por robarles ese encanto bien arrojando basuras, bien haciendo reformas inapropiadas en sus fachadas, o bien destruyendo con grafitis un entorno superior a esas mismas personas que lo hacen y que merecerían un castigo ejemplar. En este caso aquí tenemos otro de esos ejemplos.
Mercadona quizás debiera saber que cuando la gente saca los carros del supermercado algunas veces no los devuelve y sirven para estropear rincones tan hermosos convirtiéndose más que en un herramienta para facilitar la compra, en una basura abandonada y dejada, por lo que, y esto lo digo sin acritud y de forma constructiva, quizás debiera replantearse esa política.
El rincón en cuestión es un lugar muy poco transitado, pero de singular belleza, el callejón de Santa María. Los muros de piedra que se observan se corresponden con los de la Sacristía y Sala Capitular de la Iglesia más importante de la ciudad.
Lo descubrí un viernes mientras ensayaba con mis compañeros para realizar una representación teatral y entonces era de día, en la madrugada del sábado al domingo seguía en el mismo sitio lo cual es muy triste.
No contentos con eso, los vecinos se ve que deben de considerar ese lugar como su estercolero o cuarto de desahogo, que además apoyada en los muros de la ante-sacristía de Santa María había una escalera. Indignante.
Estas cosas dicen mucho de las personas que hacen usos inapropiados de estos lugares y me temo que no demasiado bueno, sobre todo si añadimos otras tropelías como perros abandonados en casas ruinosas en el mismo callejón, grafitis, olor a orina... Espero que sirva para reflexionar y que sea por las imágenes sin carro por las que conozcamos estos lugares que sin duda merecen más la pena.
Sacristía y sala capitular de Santa María
Ante-sacristía y ante-sala capitular
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