martes, 14 de abril de 2015

Jazmines del monte y azahares

Una de las cosas que más me gusta de los rincones de Jaén, es la primavera, cuando llega nos deja regalos tan interesantes como sus flores.

Los jazmines del monte, una flor que suele abrirse en la Semana Santa, a la luz de la primera luna llena de primavera, que tiene un tono blanco amarillento con pintas moradas que despide un olor maravilloso, un recuerdo maravilloso de mi infancia que nos recuerda el buen tiempo que comienza.



El azahar, en otros lugares con climas más cálidos florece antes de semana santa, pero en nuestro caso es a mediados de abril y primeros de mayo, regalándonos su aroma y blancura, que tan singular nos hace.


La primavera es siempre un regalo, que en los rincones de Jaén se convierte en algo así como una joya, que engalana a una mujer.

martes, 7 de abril de 2015

Muchas gracias


Bien, indudablemente cuando nos damos cuenta de las cosas, en ese mismo momento otras personas están pensando lo mismo y parece que es lo que ha sucedido, que ha habido buena voluntad para que la estética de una obra de arte no sea eclipsada por un elemento ajeno.

Sin embargo deberíamos replantear la entrada anterior y darle un sentido de prevención para otras ocasiones y otros lugares, sin dejar de creer que quienes se ocupan del mantenimiento saben cuando y donde es necesaria su intervención.

Muchas gracias y espero que no haya molestado a nadie.


domingo, 5 de abril de 2015

Un poco de poda nunca viene mal...

Independientemente del valor político que se le de a esta magnífica escultura de Juan Luis Vasallo Parodi, tenemos que estar de acuerdo en la magnífica composición artística realizada en piedra, con una interpretación de obelisco como telón de fondo a este ángel que sujeta al fallecido y comienza a despegar el vuelo, para llevar su alma.


Como podemos ver en la imagen anterior, es muy complicado observar el fondo, realizado en sillería de arenisca, tan característica de Úbeda, indudablemente por la colocación de esos árboles que han crecido tanto que eclipsan el monumento, llegando incluso a empezar a cubrir la imagen del Ángel que si no se pone remedio llegará a eclipsar este monumento.


Muchos colectivos de la ciudad han destacado los efectos negativos que producen los árboles en los monumentos y lo inadecuado históricamente que son, además del negativo impacto visual que producen como es el caso del presente y que en mi opinión debería ser eliminado y concentrar los esfuerzos de jardinería en las zonas donde no estorben y puedan engrandecer nuestra ciudad.

Independientemente de mi opinión, el cuidado de estos elementos se hace fundamental para su conservación, visibilidad y puesta en valor.