sábado, 28 de junio de 2014

Románico en Santisteban del Puerto, la Iglesia de Santa María del Collado


Dicen que con reminiscencias Visigodas y habiendo sido una mezquita, en el pueblo condatense de Santisteban del Puerto se erige uno de los templos más antiguos de la provincia de Jaén, la Iglesia de Santa María del Collado, patrona de Santisteban del Puerto y que constituye un testimonio singular de un arte poco frecuente en nuestra tierra; el románico.


En Andalucía los únicos elementos que tenemos de románico son tardíos y reciben la sub-clasificación de "arte fernandino" porque coinciden con el programa de repoblación llevado a cabo tras la conquista del rey castellano y que consistió en abaratar los costes de las construcciones de iglesias para realizar un gran número, motivo por el cual se recurrió al arte románico aunque ciertamente contaminado por estilos "más modernos".


Singular única, oscura para invitar al recogimiento, como si el tiempo no hubiese pasado para ella, y con los elementos propios del que fue llamado primer renacimiento de la historia, este templo es una de las grandes desconocidas en la provincia y una joya artística que merece la pena visitar.


Uno de sus dos arcos de entrada tiene todos los elementos necesarios para poder de hablar de ella como puerta tardorrománica y donde se conserva su puerta con ebanistería que le confiere ese sabor medieval tan necesario para un templo de esta características.


En su interior podemos observar elementos que muchas iglesias han desechado como su antiguo coro el cual conserva además de su sillería, con todos los detalles, la reja que lo cierra y en su altar podemos observar un atril realizado con una columna con matices visigodos. 


En su interior podemos encontrar detalles cuidados como el uso de lámparas que imitan elementos medievales que nos transportan a otras épocas y que en este caso no hacen que la imagen se vea agredida por elementos modernos, manteniendo así la pureza de sus estructura formada por arcos ojivales y cubierta por artesonado de madera.


Merece la pena acercarse a Santisteban y disfrutar de rincones como este.






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