La fiesta de la Cruz, para el mundo pagano era una exaltación de los frutos y bondades de la naturaleza, llegados los meses de buen tiempo y para celebrar la bondad de estas fechas. En ese elemento pagano no podía faltar una fiesta con música comida y diversión y que tras el hayazgo de la Santa Cruz de Cristo por Santa Elena el día 3 de mayo fue cristianizada para que la antigua tradición pagana contribuyera al engrandecimiento por encontrar tan valiosa reliquia.
A día de hoy se sigue haciendo, con más o menos esplendor que en el año pasado y con los gustos actuales que a veces desprecian el elemento religioso en pos de beneficio económico.
En algunos lugares esta tradición ha tenido a bien colocarse desluciendo algunos de los enclaves que han hecho grandes a estos sitios como es en el caso de Baeza, donde hemos podido ver algunas de ellas en visibles y obligados lugares de paso como la Plaza de Santa María, una de las cuales se ha permitido el lujo incluso que utilizar como telón de fondo uno de los iconos de la ciudad, la Fuente de Santa María. Otras ubicadas en lugares de menor tamaño han favorecido su celebración con toldos que han eclipsado monumentos de la talla del palacio de Jabalquinto y la iglesia románica de la Santa Cruz, o en ciudades como Úbeda donde también hemos sido testigos de estos elementos en lugares monumentales, casi completamente deslucidos por estas muestras de modernidad, que aquellos que nos tienen que visitar no han disfrutado tanto; de nada vale decir que es solo por unos días, pues este atropello, podría repetirse en otra fiesta y en otra y otra más y si no le ponemos fin unos días se convertirán en unas semanas y el patrimonio, que es un legado de la tradición artística, podría verse perjudicado de formas que ni sospechamos.
En la foto superior deberíamos ber la Catedral de Baeza desde la plaza de Santa María y sin embargo...
Estas actitudes son tan censurables en Baeza y Úbeda, como en cualquier enclave de la provincia de Jaén y que además no son si no que una forma de obtener beneficio económico utilizando la antigua fiesta de la cruz como pretexto, manteniendo esta tradición solo por el interés económico, de lo que se salvan algunas cruces como es el caso de la instalada por la cofradía de las escuelas en la puerta de la capilla de su universidad, sin estorbar a ningún monumento pues aprovecharon el espacio entre el cancel y la puerta para colocarla de forma que se expone a la calle pero sin eclipsar la capilla de San Juan Evangelista o de las escuelas, lugar donde se encontraba ubicada.
Con esto no quiere decir que me oponga a la celebración de esta fiesta, sea cuales sean sus fines, pues toda tradición que se entienda como buena, debe preservarse, fomentarse y debe haber una labor de sensibilización con ella. Lo que digo es que la tradición si se sitúa en lugares donde no se cometan estas tropelías, no es menos tradición y si la estética se preocupa por cuidar el entorno y sirve para engrandecer esta fiesta debe ser fomentada y perseguida. Es triste que pensemos que esto es bueno, cuando lo que estamos haciendo es deslucir sitios con encanto para ganar dinero escudándonos en una tradición que de seguir haciéndose en estas condiciones por mi puede morir, pues imagino que fuese verdadero o no el hayazgo de Santa Elena, no pretendió en ningún momento que la devoción que ella profesaba a esta reliquia se desvirtuara por estas practicas, que además empequeñecen la belleza del entorno y que no exaltan la belleza de la primavera.
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