El festival de Cuenta Cuentos llegó un año más en el que se celebraron varias actividades, en las cuales se rondaron una serie de pubs de la localidad, así como los cuentos populares que tuvieron lugar en el patio del colegio de la Santísima Trinidad, y por supuesto en las que se celebró también el cuenta cuentos de plaza en plaza que maravilló y deleitó con cuentos y animación musical durante el itinerario. Cuenta cuentos de Argentina, de Uruguay, de Zamora, de Alicante y otros puntos de nuestra fabulosa tierra que maravillaron a niños y a los que no son tan niños, teniendo como ilustración la piedra que tan hermosa queda en este marco.
Quizás la nota negativa se la tengamos que poner desde el hecho de contar varios cuentos en un mismo punto, la ausencia de espacio para sentarse y la multitud de gente lo hacían un tanto cansado, que no aburrido, quizás la organización se deba plantear hacer recorridos con más puntos donde cada cuenta cuentos sea un poco protagonista. Y si hubiese algo más que agregar, sería sin duda el hecho de la sesión solo para adultos en la Casa de la Torres, en la que hubo un cuento para adultos perfecto y un monólogo, que le dio un toque de gracia pero que en un cuenta cuentos quizás no fue del todo apropiado.
Sin embargo, y espero que esto sea lo que la gente piense que me parece, me quedo con la tradición, la magia, la belleza, la felicidad y el valor de la igualdad, y otros valores que se transmitieron junto a la picardía reservada para los adultos en la Casa de las Torres, donde se dijo aquello de colorín colorado este cuento se ha acabado, una vez más y con un éxito arrollador esperando ansioso el año próximo.
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