martes, 15 de julio de 2014

Patrimonio en peligro: La antigua Cárcel de Partido de Úbeda


Situada en la Avenida de la Libertad de Úbeda, anteriormente llamada la avenida de los Mártires y siendo un edificio Neo-mudéjar de aproximadamente un siglo de antigüedad, se erige la cárcel de partido, propiedad de instituciones penitenciarias y que ha pasado por varios usos siendo los más recientes, hasta su reclamo por su propietario, de índole municipal, tales como parque de bomberos, servicio de limpieza y servicio de mantenimiento.

Se trata de un edificio neo-mudéjar que cuenta con una entrada sobre plinto de escalera, que conserva todavía sus primitivas puertas de madera y que cuenta con varios patios y pabellones para el internamiento de reclusos, algunos de los cuales tienen rejado al exterior para la visita de los familiares desde la calle.


Recientemente está siendo noticia porque Instituciones Penitenciarias, ha sacado a público concurso su demolición para posteriormente vender el solar, solución que ha tomado en vista de su posible inclusión como edificio de memoria democrática y tras el fracaso en su venta. Con esta medida, instituciones penitenciarias pretende sacar dinero antes de que el valor del edificio desde el punto de vista económico sea de 0€, pues su declaración implicaría imposibilidad en utilizarlo para hacer negocio inmobiliario, estando obligados además a mantenerla.

Muchos colectivos llevan años manifestándose por el abandono del inmueble proponiendo usos, puestas en valor y otras medidas para darle el valor que como patrimonio tiene. A raíz de la prensa, aprovechando próximas elecciones, los partidos están tomando parte en esta tragedia, proponiendo incluso rimbombantes encadenamientos para evitarlo. Todas ellas son loables, pero no deben manar de autoridades políticas exclusivamente, sino de la ciudadanía que unida por una causa diga que no está de acuerdo, haciendo uso de la expresión popular que rinde tributo a la memoria democrática en la que debe estar incluida la Cárcel de Partido.


Memoria democrática, por supuesto, es un edificio histórico, sin tener en cuenta su relativamente escasa antigüedad, momentos recientes de nuestra historia reciente han tenido lugar en este lugar. Pero que hay de la memoria de la ciudadanía, la memoria de los vecinos de ese lugar, que como yo, hemos (y perdonar por la expresión) echado los dientes en este lugar, jugando en sus escaleras, escuchando a los pájaros revolotear en su yedra, conociendo algunos de los oficios más arriesgados de nuestra sociedad, como es el caso de del parque de bomberos. 


Este edificio ha tenido la "desdicha" de no haber sido construído en el casco histórico, de que Vandelvira no recibiera el encargo hace cinco siglos de realizarlo, de formar parte de un momento de nuestra historia, que no debemos olvidar para evitar que se repita, y todo por especulaciones económicas que pretenden borrar un vestigio que si lo perdemos será irremplazable. Da igual de la ideología que seamos, da igual si formamos parte o no de los que dirigen las instituciones que la quieren destruir, como ubetenses tenemos la obligación de exigir su mantenimiento, uso y puesta en valor para que sea testimonio no solo de la memoria democrática, sino también para que el concepto patrimonial en Úbeda se perpetúe más allá del siglo XVI y de Vandelvira y que cuya pérdida sería algo tremendamente dañino para la historia de la ciudad.

Desde estas líneas apoyamos todo movimiento, expresión o acción que tenga como bien protestar y/o hacer preservar de la destrucción este edificio.



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