Fotos de Archivo:
Propio de las sequías del estío, el nivel del embalse de Giribaile que durante tanto tiempo nos has privado de esta joya de la cantería comienza a descender su nivel y a mostrar, aunque muy tímidamente, la parte superior de la única obra civil de Vandelvira que todavía conservamos.
Aprovecho este momento para hacer una reivindicación con la que me retracto de algunas de mis palabras hechas en otras publicaciones, de las que os dejo el enlace abajo, en las que a otros blogs mencioné que merecía la pena dejarlo e su ubicación original, y en las que y tras algunas sesudas reflexiones he convenido que mientras las aguas del Giribaile sigan cubriéndolo el monumento se deteriorará y se perderá cada vez más, pues al evidente deterioro que el agua realiza sobre la piedra arenisca, tenemos que sumar el estancamiento de las sedimentaciones que los embalses generan y que poco a poco van enterrando este patrimonio.
Cierto es que Vandelvira lo hizo para ese lugar, y que con su traslado se descontextualizaría, pero lo que no hizo fue diseñar un puente subacuático y al igual que en otros lugares con ejemplos muy similares, debemos poder seguir disfrutando de el y en este caso su traslado a un lugar seguro será una cuestión de justicia.
Por lo que me sumo al llamamiento o llamamientos, que en su día se hicieron y que están por venir para pedir su traslado inmediato a otro lugar donde no sufra este destrozo, entendiéndose que es una práctica legítima pues prima más la conservación del elemento, que su descontextualización.
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