martes, 8 de mayo de 2012

El Pozo bajo la Escalera

La polémica en torno a la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares

Es menester que dadas las polémicas como cristiano y ubetense nos pongamos en la tesitura de comentar la polémica suscitada en torno al templo de Santa María y su reciente gestión monumental.

Es cierto, y esto ha sido algo muy doloroso, que ha habido una mala práctica que tanto por los gobiernos como por la institución propietaria en torno a las obras que la han perpetuado cerrada durante casi veintiocho años, y es cierto que a los de Úbeda se nos abrió el cielo cuando nos comunicaron que por fin iba a estar abieta. Empezamos a gozar de ella de forma gratuita y durante aproximadamente un año no se nos puso cortapisas fuésemos de Úbeda o no, ya que en esencia ese templo se ha pagado con el dinero de nuestros impuestos y creo que todos o por lo menos la mayoría de los españoles pagamos impuestos.

Ahora la situación ha cambiado, y debo decir que para bien, puesto que se ha colocado una taquilla que gestiona no solo la entrada al templo, sino el conocimiento del mismo, en otras palabras se gestiona una visita turística al interior que tiene sus tarifas reducidas para grupos, jubilados, niños y discapacitados... Se están generando con ello una serie de puestos de trabajo que dada la situación actual es más que agradecido y con esta medida se está auto-gestionando el templo que por si la gente no lo sabe no es barato.

Es muy lícito protestar cuando no se está de acuerdo, pero no podemos protestar cada vez que nos arrasquen el bolsillo y más cuando no se tiene fundamento. Es muy lícito protestar porque no se tenga alguna deferencia con la gente de Úbeda y cobrar alguna entrada reducida como en otros lugares o gratuita incluso, eso es una cosa, pero lo que no podemos olvidar los de Úbeda es algo esencial y es que nosotros vayamos a rezar o a pasearnos somos personas humanas y las personas humanas somos el mayor agente de destrucción patrimonial que existe y eso es algo que no tenemos en cuenta. Esto no quiere decir que la única forma de preservar los monumentos es cerrarlos, sino que se debe buscar una forma de autogestión que es en esencia lo que se persigue, y no se está buscando por parte de la institución propietaria como se ha dicho en mas de una ocasión que le arreglen la casa y sacarle dinero, ya que el pago de esa entrada en otros lugares como la catedral de Baeza ha permitido unas obras de restauración bastante buenas. 

Sin embargo la mayor de las protestas se ha generado en torno al no poder ir a rezar libremente, cosa que no es cierta primero porque hay un horario habilitado para ello y segundo esta situación se ha producido en parte por nuestra incapacidad de asumir la realidad y la realidad es que nosotros como cristianos tenemos el deber moral y económico de contribuir con el mantenimiento de la Iglesia, en otras palabras que puede ser que si la Iglesia no hubiese tenido que hacer frente a los cuantiosos gastos, porque los cubriéramos nosostros, a lo mejor no existiría esa gestión.

Finalmente lo que me parece de risa es la opinión de algunos políticos, que ahora se oponen pero otrora, cuando poseían poder querían que se llegara a eso; eso tiene una palabra y un nombre, oportunismo y ser populista, en otras palabras; recoger el sentimiento popular para utilizarlo a modo de oposición aprovechándose de la situación cuando ellos no pueden hacer nada desde el punto de vista legal para utilizarlo con fines electorales y que constituye una práctica despreciable pero habitual en los políticos que en algunos casos es una de las auténticas hipocresías primero por cambiarse de chaqueta y segundo por intereses familiares no consumados en la gestión que si se hubiesen cumplido me temo puede ser que la protesta no hubiese existido por parte de algunos.

Tenemos el templo abierto de ocho a diez, es más de lo que algunas Iglesias pueden decir incluso si las juntamos todas, en lugar de protestar vamos a respetar que lo que se está haciendo beneficia a Úbeda, beneficia al edificio y ayuda a conservarlo y sobre todo nos beneficia a todos convirtiendo el templo en un lugar auto-gestionable sin que a nosotros nos cueste nada a no ser que queramos entrar en horario de visita claro está. 

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