Vergüenza ajena, es lo que siente el visitante que pasa por rincones de Baeza y se encuentra con estos desastres fruto de la desidia. Desidia primero de unos ciudadanos (sin pretender con esto generalizar, ya que me consta que todos los baezanos no son así) que ensucian sus calles sin el más mínimo cuidado ni conciencia y segundo de un ayuntamiento que no persigue estas actitudes con la firmeza que debería.
La foto superior muestra una calle que está completamente cubierta por esta basura la cual no he podido sacar entera para evitar tomar la matrícula de los coches aparcados en ella.
Este jardín además de tener un césped que invita en días claros a tumbarse en él, es además de una improvisada papelera, un nido de estiercol de perro. Lo cual imposibilita toda posibilidad de poder disfrutar de él y me temo que está practica no es solo en este lugar.
El descampado o espolón del Alcázar, lleno de botellas de refresco y otros desperdicios, esto parece un "botellodromo" a las 4 de la mañana y se supone que es el lugar donde estaba la fortaleza de la ciudad, hoy en día, a parte de para lo que estáis viendo, se usa como paseo o "ruta del colesterol" en su recorrido está uno de los miradores más hermosos de Andalucía. ¡Que buena impresión! ¿no os parece?
No pretendo atacar a nadie sino concienciar de que este tipo de cosas no son dignas de una ciudad patrimonio de la humanidad y que se tenga cuidado. Una de las cosas que en su forma de ser tienen los baezanos es defender lo suyo y en este sentido, deben saber que hacer este tipo de cosas ó consentirlas es síntoma de que su ciudad les importa un bledo.
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