lunes, 17 de febrero de 2014

Arquillos: Nueva Población de Sierra Morena

Una escapada breve en nuestro paso para conocer algún rincón de la provincia de Jaén, es Arquillos, municipio que fue fundado en el siglo XVIII en la repoblación que el intendente Pablo de Olavide llevó a cabo en Sierra Morena y que ha sido testigo de hitos como el apresamiento del general Riego, poniendo así fin a una breve época de libertades que todos conocemos con el nombre del Trienio Liberal, lo cual hizo que Isabel II la independizara como villa en 1833.


Presenta un perfecto trazado rectilíneo en el que el ideal de la repoblación está presente con plazas cuadradas y perfectas y casas de una o dos plantas como mucho, en el que se pretendía plasmar el ideal de una nueva sociedad de pobladores que defendieran los valores de la Ilustración y en este caso, se incluía escuela, lugar que ocupa ahora el centro de interpretación de las nuevas poblaciones de Sierra Morena, un referente histórico y tecnológico para conocer la historia de estos lugares.


Sin duda cuando Carlos III planificó su repoblación de Sierra Morena, además de los factores de comunicación, seguridad y económicos que ya conocemos, tendría en cuenta realizar este tipo de poblaciones, en lugares donde tradicionalmente hubiese habido algo que afianzara el asentamiento como por ejemplo la cercanía a la posibilidad de obtener agua.

Así pues nosotros hablamos de un antiguo asentamiento romano llamado Arquillos el Viejo, que en planos del siglo XVII y en fuentes históricas se le cita y que sería un pequeño núcleo a la vera de la llamada vía de los Cartagineses, (también conocida como la vía Augusta).


Entre sus plazas podemos encontrar la plaza de Carlos III, lugar donde se encuentran espacios tan interesantes como la Posada del Rey y la casa Neogótica, un edificio del siglo XX de ladrillo que muestra una rejería de forja muy esmerada y artesanal que es característica de Arquillos. Junto a esta tenemos la torre del Reloj, monumento del siglo XVIII con un armazón propio de la artesanía de forja añadido en el siglo XIX y que es el símbolo del control del tiempo para los trabajos que los colonos realizaban.

La plaza mas emblemática es de la Purísima Concepción, lugar donde se alza la iglesia del mismo nombre, la cual se construye aprovechando un antiguo oratorio consagrado a San Antón, motivo por el que este es el patrón y elemento religioso en torno al cual giran sus fiestas patronales. En esta misma plaza tenemos que destacar la Casa del comandante lugar donde fue apresado Riego tras ser derrotado por Fernando VII en Jódar y que junto a la casa se encontraban la del cura, la cárcel y la alcaldía, lugares que en la actualidad son el Ayuntamiento de Arquillos. 

Caprichosas formas geológicas, pesca en sus bellos embalses, así como una oferta gastronómica presidida por los pericones (dulces típicos de la tierra) que hacen de este lugar un sitio donde poder parar un rato y disfrutar de su historia, de su paisaje y de sus actividades.






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