Bien el carácter y la vida de este hombre, merecerían un espacio permanente donde poder mostrar la polifacética vida que tuvo como arquetipo de persona del renacimiento y de grandes valores humanistas, no solo como doctor, o como maestro, o como fundador y organizador de centros de estudios, sino también como ingeniero, con inventos capaces de deslumbrarnos y de dejarnos atónitos.
El visitante puede contemplar, nada más comenzar la exposición, que muchos de los documentos y elementos de la misma se sitúan sobre un fondo conocido por los que se acercan o son de Baeza, los vítores en la fachada principal del seminario, que en Baeza tuvo razón de ser, entre otras cosas, gracias a la intervención que San Juan realizó y junto al cual vemos un eje cronológico en el que se muestran los datos biográficos del Santo y en el que se comparan con los hechos humanistas del siglo en el que se desenvuelve, hablando de su pertenencia a la Universidad de Salamanca y de Alcalá de Henares.
Estas muestras de su vida, además de una colección de documentos relacionados con el tiempo o la vida del santo doctor, se muestran junto con obras de arte sacro, de las que destaca poder contemplar fuera de la Capilla de San Juan Evangelista, al Cristo de la Misericordia, llamado por los baezanos de "Las Escuelas" acompañados de piezas de algunos de los templos de la ciudad, como custodias del siglo XVI o de colecciones particulares de arte Sacro, o de la colección catedralicia, como por ejemplo las dos tablas que museo catedralicio de Baeza realizadas por Antón Becerra, y que sin duda componen una caterva de elementos de los que San Juan de Ávila fue coetáneo.
Una mención muy importante que debemos realizar, es el de la retratística del Santo, en la que se pueden contemplar cuadros y obras modernas mezcladas con auténticas joyas de la pintura clásica como una obra sobre el Maestro atribuida al Greco y pintada hacia el año 1600, o la presencia de cuadros barrocos como el que normalmente se puede visitar en el Paraninfo de la Antigua Universidad, anónimo pintada en 1723.
Otro aspecto potenciado en esta exposición es el de la organización por San Juan de Ávila de la Universidad de Baeza, el que es sin duda el gran logro de su vida, pudiendo ver un apartado dedicado a la historia de la institución, que a mi juicio más distinguió a Baeza de otras ciudades del mundo.
Sin duda la repercusión que el Maestro tuvo es un elemento que tiene cabida, intervieniendo en el gran carácter de otros humanistas como San Juan de Dios.
En resumidas cuentas una exposición digna de ver en la que se descubre una figura casi desconocida pero relevante para el mundo académico del gran siglo del renacimiento, que tanto bien ha hecho en nuestra tierra y en que San Juan de Ávila tuvo mucho que decir.
La verdad se hace difícil poder escribir un artículo sobre esta exposición sin un material gráfico abundante, pero por política la sala de exposiciones del ayuntamiento tiene prohibida la toma de imágenes, lo cual entiendo que debe ser por preservar de flashes las obras de arte, aunque también cabe la posibilidad de prohibir el flash en lugar de la toma de imágenes que pueden ser un reclamo para otros visitantes. Esperamos que sea por este motivo y no por el miedo a perder ingresos de un oportuno catálogo editado por el módico precio de 20€, que las encantadoras azafatas tienen a bien ofrecernos. Esperemos que ese catálogo sirva para sufragar los gastos ocasionados que no han debido de ser pocos y que el miedo a la no venta del mismo no sea el motivo de prohibición de las fotografías.
Espero haya sido de vuestro agrado y os acerquéis a conocer esta exposición en un marco inmejorable como es el del ayuntamiento de Baeza, edificio de la Antigua Cárcel y Palacio de Justicia.
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