jueves, 6 de noviembre de 2014

El oppidum de Castellones del Ceal



Jaén, presume de ser una de las tierras íberas, más importante de España, y evidencias patrimoniales como los exvotos de Castellar y el Collado de los Jardines, así como de otros lugares como las tumbas de Porcuna, el cerro del Pajarillo en Huelma, así lo atestiguan.

Pero tristemente, como pasa con otros campos, tendemos a endiosar los grandes conocidos y a marginar los grandes desconocidos, como es el caso del yacimiento de Castellones del Ceal, que ha caído en el abandono a merced del deterioro producido por la naturaleza y los expoliadores.


Parece ser que su origen se remonta al bronce final, siglo VII a.C. y se perpetuo hasta la república romana, donde pudo ser un oppida dentro de la órbita del imperio. Se encuentra en Hinojares, en un cerro de difícil acceso, que coincide con la desembocadura del río Turrilla en el Guadina Menor. Conserva restos de su muralla de tipo barrera, probablemente como en otros casos de la provincia ciclópea. En el se puede apreciar la construcción en niveles que dependiendo de la altura podrían estar clasificados en grupos sociales diferenciados. 


Una verdadera pena que no se ponga en valor este lugar y se intenten consolidar sus restos para disfrutar de este vestigio de nuestro pasado, que culturalmente contribuiría a la grandeza de la ruta "Viaje al Tiempo de los Íberos" con un entorno muy interesante, sumergido dentro de ese sabor rural con el que Jaén se caracteriza.


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